domingo, 25 de julio de 2010

Un clásico hasta el infinito y más allá

Lo ha vuelto a hacer. La fábrica de sueños llamada PIXAR ha vuelto a crear una obra que divierte, entretiene y emociona en una hora y 35 minutos.

Toy Story 3 despide por todo lo alto a personajes que permanecerán en el recuerdo de todos aquellos que hemos podido disfrutar de esta saga de dibujos animados. Parece ser que no volveremos a ver una nueva aventura de Woody, Buzz, Sr. Patata y el resto de la terna de este cásting maravilloso, tampoco podremos regocijarnos con las nuevas adquisiciones de esta entrega como el hilarante Ken o el sombrío Lotso, pero siempre podremos recuperar tres películas que quedarán en nuestra memoria y que encandilarán a generaciones futuras del mismo modo que lo hacen ahora los clásicos que adoramos los amantes del buen cine.



Porque desde la primera escena basada en el mejor cine de acción, las desternillantes escenas protagonizadas por Ken,  Buzz Lightyear o el Sr. Patata, las inquietantes apariciones de Lotso, y hasta la emotiva escena final da la sensación de estar disfrutando de un espectáculo que ejemplifica en una "pequeña historia" lo mejor de la gran historia del séptimo arte: diversión y emoción sin necesidad de grandes vericuetos narrativos en un relato sencillo pero al mismo tiempo lleno de vida.   

Porque efectivamente Toy Story se ha confirmado como un clásico y por supuesto como imagen de marca de la factoría PIXAR a la que debemos algunas de las mejores películas de las últimas dos décadas, desde la primera Toy Story, Monster Inc, Buscando a Nemo, Los Increibles, Wall-e, Up,...grandes obras cinematográficas que confirman a PIXAR como lo mejor que le ha pasado al Cine en la última década y media.

En una entrevista a El País.com, Lee Unkrich - director de la película - a la pregunta sobre cuál es la fórmula de PIXAR contestó que no existe tal fórmula porque si fuera así todo el mundo la habría copiado. No sé si es cierta la afirmación del Sr. Unkrich, quizás no exista fórmula o quizás exista y no sea otra que precisamente no buscar fórmula alguna y dejarlo todo en manos de gente sin complejos, llena de imaginación y humanidad que es lo que destilan sus personajes, más que nunca, dibujos animados.

martes, 20 de julio de 2010

Música Celestial

No soy un gran seguidor de series de TV, más bien soy un neófito en estas lides muy a mi pesar en esta Edad de Oro de la Televisión. Quizás la obligación de seguir una trama de manera continuada no va con mi carácter variable. Solo unas pocas de estas obras han centrado en mí la suficiente atención como para que conseguieran mi fidelidad de principio a fín, Roma, Band of Brothers, Mad Men. Otras me resultan muy atractivas y se mantienen pendientes en mi agenda tras un primer acercamiento impresionante, Los Soprano, The Wire (lo sé, Pecado Mortal). Finalmente, las que más, han coseguido aburrirme por su reiteración dramática a pesar de un inicio prometedor o directamente no me han interesado en ningún momento. 

Sin embargo, en los últimos meses una nueva serie dramática ha llamado mi atención. Su origen la cadena/productora HBO. El argumento: La reconstrucción de la ciudad de Nueva Orleans y de la vida de sus habitantes tras el desastre del huracán Katrina. Su título: Treme.



Muchas líneas se han escrito ya sobre esta obra de arte del medio catódico. Yo sólo puedo añadir que me atrapó desde la primera escena, prólogo de la contagiosa canción de los títulos de crédito. A partir de ese momento sentí la necesidad de dejarme seducir por todos esos personajes que intentan sobrevivir a la catástrofe a través de la superación, la determinación y la esperanza. Sin embargo, por encima de todos los magníficos actores que componen el reparto, de la complejidad de muchos de sus personajes y del sabor al mejor cine rodado, está una ciudad que vive del y para el arte y, sobre todo de y para la música, porque Treme no es otra cosa que un homenaje a la Música que da vida a una ciudad y a una ciudad que vive de la Música.

Ahora que ha finalizado la primera temporada, y asegurada su continuidad, recomiendo enfervorecidamente a todo aquél que no la haya disfrutado, que la recupere (siempre en V.O.) para así poder deleitarse con una sinfonía de buena música, interpretación, guión y dirección. Arte completo, una serie que ya huele a clásico. 

lunes, 19 de julio de 2010

El cine de la 2

Cuando yo era un enano descubrí el cine de la mano de los westerns en las míticas Sesiones de Tarde que emitía la 1 todos los sábados y domingos. En aquellas sobremesas descubrí a John Wayne, Henry Fonda, James Stewart, Richard Widmark, Gary Cooper,...Más tarde pude reir con la filmografía de los hermanos Marx en esas mismas sesiones, en aquella época no entendía el porqué de su humor, pero soltaba carcajadas cada vez que aquel señor de bigote utilizaba su verborrea para librarse de los líos en los que él y sus locos hermanos se enredaban. Esos mismos sábados y tras el mítico Informe Semanal, pude descubrir Dios Mediante Sábado Cine otro tipo de séptimo arte, más innovador, que nada tenía que ver con el anterior pero que derrochaba el mismo arte. La Ciencia ficción se presentó ante mí: Blade Runner, 2001, Una Odisea en el Espacio, Cuando el destino nos alcance, Alien, Star Trek, son algunas de aquellas joyas recordadas.

Con la llegada de las privadas, la cadena pública pensó que ya no había hueco para tales excentricidades, el gran público requería grandes estrenos para competir con los nuevos ricos, olvidando el cine mal llamado antiguo y relegándolo a las madrugadas noctámbulas. Sólo mantuvo un reducto. Un único oasis. El de un programa que presentaba un cinéfilo recalcitrante amante del cine clásico y su pléyade de amigos, todos con cigarro o pipa en mano, que dialogaban, entorno a una mesa y bajo una niebla de humo de tabaco, sobre escenas, situaciones, influencias, sin levantar la voz y enriqueciendo el conocimiento de todo aquél que tuviera la paciencia no sólo de soportar la tediosa publicidad, sino también las intempestivas horas en las que se podía disfrutar del debate postproyección. 

Ahora, con la llegada del verano, la falta de programación en la parrilla y el objetivo de convertir la 2 en una cadena dedicada a la cultura, la televisión pública recupera la emisión de clásicos cada miércoles en prime time. La semana pasada pudimos disfrutar de una de las obras maestras de John Ford Centauros del Desierto (The Searchers) y este miércoles podremos revisitar otro clásico del maestro del parche, Mogambo, ni mucho menos su mejor obra, pero la constatación de su buen hacer como director, y sobre todo, la posibilidad de volver a admirar a la Venus hecha mujer, Ava Gardner en una de sus mejores interpretaciones, enfrentada a la fria Grace Kelly, en un triángulo cerrado por Red Butler, alias Clark Gable.

Visto lo visto, parece que al menos este verano los cinéfilos podremos hacer nuestro particular agosto recuperando títulos básicos en nuestra filmoteca, mientras los neófitos podrán descubrir clásicos del cine tan representativos como los dos anteriores.

Un deseo: que no sea como el amor de verano que termina cuando llegan las bajas temperaturas y hemos de regresar a nuestros hogares y que vuelvan esos debates rancios y con sabor a añejo, pero llenos de sabiduría y amor al cine que enriquezcan la proyección de estas joyas del celuloide.