lunes, 4 de julio de 2011

El músico del suspense

Se dice que la música clásica hace tiempo que ha muerto. No proliferan compositores mundialmente conocidos por el gran público. Las actuales estrellas de este género son los directores de orquesta, meros traductores/intérpretes, con todo el mérito que ello supone, de partituras escritas tiempo atrás. Entonces, ¿La música clásica ha muerto? No, no es cierto. Los mecenas que antaño patrocinaban a los Mozart, Haendel o Bach ya no existen pero todavía queda un pequeño reducto, un universo donde seis artes se combinan para alcanzar un estadio superior, y es allí donde grandes compositores han encontrado su cobijo acompañando o dando vida a imágenes en movimiento. El nuevo mecenas del pasado siglo y de éste se llamó Cine.

Así, el séptimo arte, como suma de los seis anteriores, ha conseguido que artistas de la música como Tiomkin, Williams, Goldsmith, Mancini, North, Barry, Bernstein y muchos más, encontraran en la interpretación de la esencia de escenas, secuencias, guiones o historias completas su paraiso en esta Tierra.

Uno de esos genios habría cumplido 100 años el pasado 29 de junio. Bernard Herrmann puso música a la historia del cine. En su haber, composiciones para Ciudadano Kane, Las nieves del Kilimanjaro, El cabo del terror, Taxi Driver u Obsesión. Pero en nuestro recuerdo siempre permanecerá ligado para siempre a ese genio inglés gordo, degenerado y obsesionado con las rubias.

Vértigo, Psicosis, Con la muerte en los talones, Marnie la ladrona, entre otras dan prueba de su nervio para construir atmósferas envolventes y angustioas, para crear esa atmósfera que se vino a denominar suspense. De este modo, cada una de las más inolvidables escenas del genial Hitchcock se acompañó de una partitura de Herrmann. Nos hipnotizó, asfixió y nos estremeció. He aquí cuatro ejemplos de ello en alguna de las escenas más memorables del director inglés, y mi homenaje particular a este genio de la música.

De entre los muertos-Vértigo (Sugerente e hipnótica de principio a fin no se puede entender esta historia sin la partitura de su autor)



Psicosis-Psycho (En un principio Hitch quiso rodar la mítica escena de la ducha sin música. Después,  al escuchar la composición que preparó Herrmann, reconóció su error)




Con la muerte en los talones-North by Northwest (Junto a los títulos de crédito de Saul Bass una de las mejores secuencias iniciales de la historia del Cine. Herrmann nos introduce en la trama de giros constantes desde el principio)

Marnie, la ladrona-Marnie (Herrmann nos traslada de los miedos y traumas de la protagonista a la protección, la confianza y el romanticismo en una sola secuencia)



Dicen que una vez que Herrmann y Hitch rompieron con su colaboración las películas de este último ya no fueron lo mismo. Alfred Hitchcock siempre fue conocido como el mago del suspense, a Herrmann bien podría llamársele el músico del suspense.

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